El mundo funciona de acuerdo al olvido. Existe una fuerza misteriosa que nos hace saltarnos escalones en la memoria y actuar de acuerdo a lo escaso que recordamos. Es simple, los milagros ocurren porque a alguien se le olvidó hacer algo y se rompió la cadena de la rutina. Es más fácil olvidar que recordar, por eso ese es el mecanismo más rápido y práctico para las situaciones extraordinarias, y también para las más comunes. Además de ayudar a que la vida se haga más compleja, ayuda a poder sentir de nuevo, ayuda a poder "vivir" de nuevo, y repito, como es más fácil olvidar, superamos las cosas por puro favor de la mala memoria. Por eso en esos momentos es que estamos muertos de miedo es mejor inventar nuevas cosas y simplemente olvidar. Así dejamos de estar paralizados. Olvidar básicamente es lo que llamamos despejar la mente. Es simple, sutil y delicado, ¿simple? no siempre es así, pero se vuelve la única opción para vivir; pero siempre se debe pensar en que no todo lo podemos dejar pasar, y hay que luchar a veces con el olvido y el despejar tu mente para poder recordar lo que nos mantiene así de reales, así de humanos, así de extraordinarios. Si existiera Dios, por medio del olvido movería el mundo, pero no va a ganar, porque existen los libros. Y por esa razón sigo escribiendo en mi blog, en mis cuadernos, en mis croqueras, porque debo escribir siempre para no olvidar mis raíces, no olvidar quien soy. Porque nadie va a poder borrarme completamente, el olvido se olvida, y siempre depende de que se quiera olvidar; o simplemtende de lo que nuertra alma nos pida o quiera que olvidemos. Olvidar por un segundo, una hora, o una vida entera.
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