.

.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Estúpidas y sensuales coincidencias.

Advertising space

Es posible ser sólo un espectador en tu vida, que sea alguien más que tome las decisiones, que todo parezca narrado por un hombre con voz ronca que me llama por mi nombre como en la película más mundana. Es muy cómodo, pero es necesario tener protagonismo, de qué sirve preguntarse tanto, quién dice que este es tiempo libre. El ocio hizo a muchos poetas, el ocio hizo a muchos pensadores, pero el ocio no puede abastecerse del oxígeno de mi alma, no puede ser la atmósfera, no puede ponerse mis zapatos. Qué ocurre cuando no espero nada y los personajes de mis libros se convierten en simples entes de ficción, ya no hablo con ellos, ya no les creo a los novelistas que pretendieron algún día hacerlos vivir conmigo. Me gusta escribir cosas que no son de acá, de esta tierra seca y podrida por las mismas semillas que corrompen mis instintos, pero no puedo cerrar los ojos para siempre y hacerme a creer a mí misma que tampoco soy de acá, porque hoy justamente siento como mis pies saborean la dicha de estar viva. Lo que antes era importante pasó a tener dudosa jerarquía en mi lluvia de ideas, en la corriente de la conciencia. Es que mi cabeza está llena de imágenes, imágenes que cada vez son más borrosas. El olvido está jugando un papel importante, está usando su imaginación desbordada, y me empecé a preocupar cuando dejé de recordar lo importante, pero quién sabe qué es realmente lo importante. Para eso escribo, para recapitular, para torcerle el cuello al cisne, para recordar de qué estoy hecha. No puedo tener todas las respuestas, no creo que pueda lograrlo en dieciocho años, y por eso espero que la experiencia vaya hablando por sí misma, queda mucho por vivir. No quiero contar nada más, porque lo que viene lo estoy recién conociendo, lo que viene va a ser lo más hermoso de las infinitas horas que he pasado pensando en lo frágil que es el destino, en lo que no debo olvidar, en lo que quiero hoy, en las ideas que hacen que se me llenen las horas de vida. No es tiempo perdido, veo quien va ganando esta lucha interna.