A través de las sombras en el patio se declaraba el completo silencio, las risas estaban esfumadas, y los rostros se habían escondido. La soledad es ahora la única compañera, podría correr desnuda entre los muros grisáceos, podría fugarme o sólo quedarme para siempre.
La locura siempre me permitió seguir viviendo, la locura me impulsaba a estar siempre en movimiento, la locura me enseñó a ser yo misma.
Los minutos corrían, pero en realidad eran horas, no las sentía, no las medía, ni siquiera existe un reloj en este lugar. Cada recuerdo borroso es la experiencia que me acompaña, es la actividad en mi cerebro que me lleva a recordar cada hecho que ocurrió y repasarlo con una delicadeza casi extrema, pero perfecta. La vida no fue tan injusta, si fui estúpida eso me ayudó, si caminé insegura eso se terminó, si mentí a alguien, éste me lo devolvió. Y qué, ya no puedo ocultar nada, no puedo mentir de ninguna forma, estoy sólo conmigo, cómo mentirme.
Y me acosté en la hierba, y comencé a soñar despierta. Unas enredaderas comenzaron a cubrir mi cuerpo desnudo, parte por parte, mis pies se sentían tan livianos, mi cuerpo era una pluma sin peso. ¿Qué cosa respalda mis intensiones? Ninguna, ahora no existen las intensiones. Y comencé a mecerme entre el verdor, entre las hojas hijas de la gran madre tierra. Los recuerdos eran todavía más claros, era como estar viendo una película de una vida que no tenía nada de común, no creía que existían tantas horas en una vida tan corta, no me di cuenta hasta ahora de que yo también tenía una historia. Entonces las hojas pararon de mecerme, se separaron de mi cuerpo, y el frío se apoderó de mí. Comencé a correr de nuevo, sentía mis pies tan limpios, sentía mi cuerpo tan fresco, sentía como mi cabello se hacía uno con el viento.
Lloré, lloré y luego me bañé con mi llanto, cayeron nubes del cielo, cayeron y me abrazaron, cayeron y se tragaron mis lágrimas de felicidad, cayeron y viven en mí. Todo se está cayendo, que hermoso se ve este fin del mundo, todo se está desuniendo parte por parte, qué perfección tiene todo, la belleza sólo la aprecio cuando es destruida por fuera y es posible ver su esencia, y la esencia no existe, no hay una semilla, no hay un centro, no hay algo que exista en medio de todo, el todo es el todo, las partes son las partes, la unión es perfecta, pero la separación lo es aún más.
Así deberíamos sentirnos todos los días, las islas paradisíacas no son la definición de paraíso, el paraíso es un lugar donde sólo te encuentras tú mismo como ser pensante, un mundo donde tu mente puede crear hasta la más magnifica enredadera sin echar la culpa a la perra madre tierra. Aunque se divida este mundo, no existirá la nada mas que en mis pensamientos, mis pensamientos le dieron la vida, el esqueleto lo transportó, lo llevó todo adentro.