Mi mente está mas sobrecargada que nunca, el hecho de hacer que piense de una forma a la fuerza gasta casi todas mis energías. Si no hay razón, no hay pérdida de tiempo, yo tengo una razón, al menos lo creo así por una parte, pero está la otra parte de mí que no sé si me miente pero me dice todo lo contrario. Son más miedos interiores que alimentan mi inseguridad, esa sonrisa está a medias, tiene miedo, está traumada. Actuar con seguridad se convierte en un final un poco trágico, ese es el esquema en mi cabeza, por ahora, la actitud cambia, los diferentes estímulos provocan cada vez cosas más diferentes en mí, que extrañas reacciones, no creí que existieran, y existen. La autoreferencia está en su máxima expresión, es mi vida, por ahora no encuentro otro tema, mi mente cansada, aburrida de esforzarse el doble para mantener mi mente clara, que de clara poco tiene. Estoy enojada, enojada con esa actitud que conocí hace poco, mi actitud murió, y morí yo, de nuevo y reencarne en el mismo cabello ignorante. Qué asco ser mujer, la subjetividad me come los sesos, ese miedo hediondo a desconfianza no me ha servido de mucho, hace que todas las cosas pasen más lentas, mi tiempo está más lento, tengo miedo y me la está ganando, y el mismo miedo al miedo es el que me hace actuar últimamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario